A VUELTAS CON EL RACISMO

Muy interesante el blog BAMBINO. Lo he descubierto leyendo cosas de Etoo. Estoy contigo con este comentario:

Vamos a ver si nos centramos:
A día de hoy, cuando vamos al fútbol, no vamos sólo a ver deporte. Vamos a ponernos delante un enemigo al que poder humillar con juego, y si no, buscamos un enemigo al que podamos humillar con la palabra. En este último caso nos sirve el contrario, nos sirve el árbitro, e incluso, nuestro propio equipo.
¿Por qué? Porque a día de hoy el fútbol se ha convertido en ese lugar donde ir a descargar la ira, el sitio que nos sirve para sublimar toda la violencia que se va acumulando en nuestra vida diaria, de una manera mucho más socialmente aceptable que las peleas callejeras, la violencia doméstica, el mobbing contra los empleados o incluso la guerra.

(El cómo se ha llegado a esta situación no es objeto de discusión en este momento. Lo que esta claro es que estas son las circunstancias hoy en día y esta es la métrica con la que tenemos que analizar los acontecimientos. )
No querer ver esto es de ser un tremendo iluso, o de estar buscando acaparar la atención.
Y esto último parece que es lo que está haciendo Eto’o. Porque de otra manera no se entenderían sus últimas declaraciones, donde dice que no da ninguna importancia y entiende como lances del juego que otros futbolistas le digan lindezas como que los negros huelen mal y cosas por el estilo, y sin embargo se rasga las vestiduras ante el uh-uh-uh de La Romareda y pide que cierren el campo un año, cuando no deja de ser más de lo mismo.
Sr. Eto’o, le han llamado mono porque, primero, usted es peligroso para el equipo contrario, y por lo tanto, es a quien primero se va a atacar, y segundo, porque usted es negro, y generalmente a los negros les molesta mucho que les llamen monos. Si demostrara adoración a su madre (como Ronaldinho) y ocurriera la desgracia de que esta se muriera, seguramente le cantarían que es una lástima porque follaba como una reina y si fuera bajito y llevara alzas como el Fary, estarían todo el día cantando Puto Tapón, Puto Tapón. De eso se trata, de dar donde más le duele.
Y cuando nos cabreamos, damos donde más nos duele. Y recuerde que es posible que no estemos cabreados con usted, sino con nuestro jefe, con nuestra familia, con el banco o con el dolor de muelas. Da igual.
Y al igual que cuando uno conduce transitoriamente se vuelve más agresivo, resulta que uno se vuelve transitoriamente un salvaje cuando va al fútbol y eso no significa ni que sea racista, ni que desprecie a las mujeres ni ninguna otra cosa. (Es más, yo creo incluso que es al revés, se descarga uno de la violencia que no quiere que le salga de dentro en los momentos importantes de la vida, pero no soy psicólogo, es sólo una intuición).

A lo que voy es que no se si va en el sueldo, pero a día de hoy, servir de "puesta a tierra" de la violencia acumulada por el espectador, se ha convertido en parte de la labor de los futbolistas, y en mucho menor medida, de otros deportistas-espectáculo.

En todo caso, Sr. Eto’o, lo que tendría que hacer es dejar de focalizar la atención sobre usted, sacarse de encima ese afán de protagonismo, ver las cosas en su justa medida y dejar de utilizar el incidente en su propio beneficio.
Porque esto se está pasando ya de castaño oscuro, convirtiendo en algo personal, y de lo único que tengo ganas es de estar el año que viene en el campo, gritándole lo que más le duele. No porque sea racista. Sino porque es lo que más le duele.

ya vale sobre un tema mucho mas grave en el fondo que la anécdota que esta generando tanta polémica. En el mundo de hoy vivimos de los gestos y de la superficialidad. Por Dios: Miremos en la buena dirección y luchemos contra el racismo real y no contra la anécdota, recriminable y lamentable, de acuerdo, pero anécdota.

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