POLITICA HIDRAULICA

¿El final de la política de grandes obras hidráulicas?

JOSÉ JUAN VERÓN. Zaragoza (Recogido de HERALDO DE ARAGON)

El Ministerio de Medio Ambiente perfila poco a poco su política sobre el agua. La derogación del trasvase ha sido el primer paso en una serie de profundos cambios en lo que ha sido la estructura de la Administración hidráulica durante el último siglo.

"Estamos revisando los proyectos de la cabecera del Ebro, dado que muchos de ellos estaban ligados al trasvase. Ahora no se va a hacer y este es un motivo importante para releer obras que tendrán consecuencias muy conflictivas, aunque no precisamente para los que esperan los beneficios del agua, ya sea en Aragón o en Levante", señaló textualmente Narbona hace unas semanas. "Obras sí, pero donde se puedan hacer y exista una demanda real. Antes de iniciarlas tiene que quedar claro qué costes se van a repercutir a los usuarios", afirmó y remarcó que "las obra hidráulicas no pueden ser catedrales vacías".

Hasta el momento, la lógica que regía la política del agua en España partía de la premisa de que era necesario poner a disposición de los usuarios la mayor cantidad de recurso posible. Con esa filosofía se construyeron las actuales presas y se proyectaron la mayoría de las que todavía están sin construir.

Sin embargo, la base de la que parte el actual Gobierno socialista es notablemente diferente. No se discute la necesidad de que es necesario poner a disposición de los usuarios los recursos que sean necesarios, pero se pone el acento en la necesidad de conservar los recursos hídricos como parte de los ecosistemas. Es decir, mantener en la medida de lo posible unos ríos sanos, con un agua lo más limpia posible y con unas condiciones naturales que permitan la vida actual y futura. Además, Medio Ambiente tiene claramente asumida la máxima impuesta por la Unión Europea de que los usuarios deben pagar íntegramente todos los costes de las obras hidráulicas.

Los representantes del Ejecutivo han lanzado hasta el momento este mensaje a los técnicos y a las personas más interesadas en la gestión de los recursos hídricos. La semana pasada, el director general de Acuamed, el otrora trasvasista Adrián Baltanás, explicó que la situación dista mucho de la que había en los años sesenta y que justificó la construcción de innumerables presas y canales de riego. Baltanás afirmó que ya no hay problemas de abastecimiento, que la agricultura produce más de lo que se consume y que, por tanto, la función social del agua debe evaluarse con mucho detalle. Además, detalló que Medio Ambiente, en lugar de la política de oferta, pretende "dar respuesta a demandas concretas".

Es decir, que siguiendo el ejemplo del trasvase del Ebro, que fue derogado en el mes de julio, se quiere que se encuentren soluciones locales a los problemas locales. El objetivo es evitar los enfrentamientos regionales y minimizar al máximo la dependencia externa, aplicando los principios básicos del desarrollo sostenible.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Todo esto es muy bonito. Siguiendo esta política conservacionista deberíamos limitar el uso de la energía estrictamente a aquellos lugares donde se produce. Por lo que en España nos quedaríamos a 2 velas. No soy trasvasista ni antitrasvasista, pero dime que hacemos con Levante (Almería, Murcia, Alicante) los dejamos sin agua. Por cierto, ¿En que consiste la Expo de Zaragoza?. ¿Cual es el papel que juega el agua?. ¿Van a convertir Zaragoza en Venecia?. Será muy interesante saber las respuestas a estas cuestiones y a otras. Por último enhorabuena a todos los maños por conseguir la Expo. Os deseo todo lo mejor. Mucha riqueza y prosperidad para Aragón!!!!!
Arthur ha dicho que…
Dicen que Dios perdona siempre, el hombre algunas veces y la naturaleza nunca. Los grandes trasvases han traido siempre efectos nocivos a largo plazo. Vease la Unión Sovietica y la situación actual del mar Aral y su entorno, consecuencia de la detracción del agua vertida. Vease la utilización actual de los trasvases en Estados Unidos. Vease la situación hoy del trasvase Tajo-Segura, vendido en su día como la solución definitiva a los problemas del agua en Murcia.

Plantear el trasvase como la solución a esos problemas de supuesta falta de agua, es sencillamente mentira. La realidad es que se trata de una obra mucho más cara de lo que se dijo (con seguridad), sin garantías ambientales (sin ser un gran conservacionista, si que creo en la necesidad de preservar ciertos habitats), sin financiación de la Unión Europea (nos han mentido tambien en eso), basada en una progresión creciente de cuadales del Ebro (la estadistica dice que los caudales del Ebro son decrecientes)...

En fin para que seguir.

Zaragoza no se va a convertir en Venecia, por supuesto que no, pero va intentar emitir un mensaje sobre la necesidad de utilizar racionalmente el agua.

En cuanto al progreso de Aragón... somos excepticos los aragoneses. Cada vez que hay una oportunidad de desarrollo se trasvassa a otra parte. Es triste, pero solo salvamos le agua, lo hicimos en 1973 (con Franco vivo) y por ahora lo estamos consiguiendo ahora.

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