SEGUIMOS CON LOS BIENES DE LA IGLESIA
Continua la polémica por la propiedad de los bienes de la iglesia que un día fueron de las iglesias de la franja y hoy están en posesión del obispado de Lleida. Unos y otros esgrimen razones de peso, pero nadie define donde está la razón.
Cuando conviene se apela al Vaticano y cuando no a los poderes políticos. Mi opinión es que aquellos bienes que se consideran arte deben estar donde puedan ser mejor custodiados y en igualdad de condiciones allí donde está su origen.
La postura más curiosa es la del gobierno catalan que, como siempre, también es esto quiere aplicar la ley del embudo.
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