Esta vez la señora ministra a metido la pata hasta el corvejón. Hay que ser serio y además parecerlo. La retirada de Irak fue aplaudida por casi todos los españoles y, aunque no se hizo demasiado bien, parecía inevitable. La de Kosovo también goza del apoyo general, hasta de la oposición, pero creo que esta vez nos hemos pasado. Igual que los periodistas no dejan que la verdad les estropee una buena noticia, la señora ministra sintió la necesidad de comunicar a los soldados que volvían a casa, todo muy populista y demagógico, pero seguro que muy aplaudido. Eso es lo que ella quería, pero claro, estas cosas no se hacen así, primero se habla con los aliados, se pacta y se organiza. Después ya se puede hacer la gilipollez que doña Carme ha hecho. El error es mayúsculo, de la misma categoria que los de la ministra Alvarez o los que cometió el PP con el Prestige o la guerra de Irak. Que sea mas popular no le hace menor, las cosas como son. Que dimita doña Carme porque así no vamos a ninguna