¿Qué es más importante, el tiempo trabajado o el resultado conseguido? Sobre la base de esta pregunta ha surgido, en varios blogs en paralelo, un interesante debate sobre la flexibilidad laboral y la capacidad de autorregulación de los propios trabajadores. ¿Es posible eliminar calendarios laborales, horarios, sistemas de control de presencia, supervisión… y dejarlo todo al libre albedrío de los trabajadores? En mi opinión, sí es posible en muchísimos ámbitos laborales, pero no por arte de magia. Gestión de los resultados y no control de la actividad. Pero eso exige un gran esfuerzo tanto por parte de los “jefes” (a la hora de establecer objetivos y de confiar en su gente) como por parte de los empleados (que tienen que responsabilizarse e implicarse mucho más en su tarea). Estas dificultades provocan que en muchos casos haya un acuerdo tácito para no romper el modelo de control: el jefe sigue controlando (porque es más fácil) y los empleados asumen ser controlados (porque les exime de