LA PICARAZA

He estado muy inactivo todos estos días. El regreso del puente ha tenido la culpa. Han sido como unas vacaciones interruptas. Pero ayer fue un día especial. Los aragoneses lo recordaremos siempre, por fin el mundo será consciente de que nuestra tierra existe. El agua será el leit motiv de la expo, no podría ser de otra manera. Solo deseo que la consecuencia de esta celebración sea que todos entiendan cual es la actitud de Aragón con el agua, que todos entiendan que el NO al trasvase no era un capricho, que todos entiendan que el agua es nuestra vida, que todos entiendan que el amor al Ebro no es una actitud vacía de contenido. En fin, ha sido un gran día. En pocos meses hemos salvado el río (pero cuidado, hay que estar vigilantes) y nos devuelven al mundo. Solo espero que Aragón y los aragoneses no desaprovechemos una oportunidad que nos da la historia y que será dificil que se repita en muchos años.

Comienza hoy un largo y maravilloso puente. Hasta el día 9 de diciembre no volvemos. Me marcho a Londres, hace veinticutro años que no he vuelto por allí. Siempre he creido que es una ciudad maravillosa y una de las pocas grandes ciudades amables con los ciudadanos. Estuve allí, como he dicho, hace veinticuatro años, entonces fue un viaje a la libertad cuando en España esta era todavía incipiente. Fue pocos meses antes del golpe de estado del 23-F y me acuerdo bien que entonces la posibilidad de que ocurriese lo que finalmente ocurrió estaba en las conversaciones de la gente. Para nosotros, que entonces éramos unos jóvenes estudiantes de COU, fue deslumbrante. Me temo que ahora encontraremos un país normal, como el nuestro, no veremos nada que nos sorprenda y un puntito de decepción asomará en nuestro ánimo. Hoy, con el paso del tiempo, pienso que afortunadamente la realidad de nuestro país permite ver a nuestros vecinos europeos como iguales y eso es, indudablemente, bueno. Tras la